Hierbas aromatizando los aires, frutos maduros acompañando las veredas.

El padre sol aún no entrega sus rayos majestuosos, la madre tierra se prepara para recibir nuevas semillas, otoño, tiempo de preparación. Los pequeños espacios rurales de la ciudad se alegran al recibir a nuevos/as horticultores/as dispuestos/as a danzar con la luna, con el agua.

viernes, 10 de junio de 2016

Huerta de otoño invierno, las habas desesperan por ampliar el crecimiento de sus raíces, construimos un nuevo jardín para ellas, necesitan mayor extensión, una anaranjada caléndula será el sol que las acompañe.



La huerta ha venido a retomar su lugar, tanto tiempo viviendo de espalda a la naturaleza. Ha llegado el momento de respirar los aromas de las hierbas, de aceptar que brote toda la vida en nuestro interior. 

domingo, 4 de mayo de 2014


La Chacra Valparaíso se sumerge lentamente en el otoño, unos porotos han dado un par de semillas, pese al rigor de la sequía del verano. También unos tomates calleucanos han cuajado rojos. Con un sabor ácido, terminando en dulce, como la esencia del campo en la ciudad. 

Debajo de las hojas del damasco, un montón de tierra de hojas se hace con los restos de los alimentos vegetales que algunos vecinos llevan desde sus casas. 

La huerta ha ido quedando sola, con las hierbas espigando en lo alto, llenas de semillas. Muchos ojos no logran identificar qué les pasa a las plantas, algunos dirán que se se trata de un jardín abandonado. 

Estamos esperando a las primeras lluvias, dirán los oréganos en cogollo, los toronjiles dulces, huacatay y ajenjo. La milenrama se ha convertido en miles de semillas, todas contentas al bajar las temperaturas. El sol ha estado presente por mucho tiempo, además de las luces de la noche en la vereda. Las primeras lluvias se hacen esperar, pero cuando la tierra se humedece, se oyen las risas de los seres de la huerta. 

Cultivando en la ciudad, hemos sido el primer impulso, las manos de amigos, amigas. hijos, hijas. Hemos sido solo un impulso inicial, para comenzar a crear un ecosistema. 
Hojas, tallos, flores y semillas envueltas en una atmósfera de amor. 






En el corazón de Ñuñoa, una huerta agradecida del sol deja caer sus semillas. El agua celestial ha caído de a poco, la tierra inquieta sigue manteniendo las hierbas y hortalizas. Nutriendo los paisajes en el parque. La belleza se encuentra entre las acelgas con sus estrellas secas, listas para volver a nacer en el suelo. 




martes, 11 de junio de 2013

Otoño en el alma vegetal

“Vuelan, vuelan las hojitas
que de los árboles caen
están llorando pobrecitas
de su suerte nadie sabe.
Una hojita está llorando
debajito de un nogal
porque han pasado sus vientos
y  no ha podido jugar”
Gabriela Mistral


Una y otra vez, el cosmos nos invita a su danza eterna por los diferentes ciclos que se expresan en las estaciones. Recordándonos que somos parte de un todo, invitándonos a deambular por la vida y la muerte. Nos acoge una fuerza superior que se comunica con nuestra propia existencia, a través de los cambios ocurridos en el entorno, en los otros reinos que comparten su vida con la experiencia humana.

  Atrás ha quedado el verano y  el frío comienza a apoderarse de la ciudad capital. 
Algunos frutos de marzo y abril  aún se resisten a morir, unos tomates han quedado colgados de las ramas y  sus semillas se preparan a dormir durante las estaciones frías.

La tierra se cubre de materiales secos, las hojas, los restos de paja, los tallos y cientos de plantas agonizan para convertirse en un grueso colchón vegetal, capaz de guardar el calor que duerme en las profundidades. Una reserva de alimento para miles de seres que habitan entre las capas vivas del suelo.

 El ritmo comienza a bajar y cada escenario por el que caminamos nos invita al silencio, a la contemplación a la valentía que significa navegar hacia adentro, en los misterios que se esconden en cada uno de nosotros/as.

Asimismo, las labores en la huerta se tornan más pausadas, si bien seguimos con el tiempo de siembra de otoño-invierno, hay oportunidades para podar aquellas plantas que se han debilitado con su gran crecimiento. Todo lo cual nos habla de que también los seres humanos podemos ejercitar las podas internas, cortar con dolor aquello que ya no nos sirve, que nos limita en nuestro crecimiento espiritual en esta vida. Tras las heridas de esos cortes, se esconde la esperanza,  hablándonos de las transformaciones, que por muy tristes, largas y oscuras han de terminar en una verdadera renovación.

Podemos aproximarnos así a nuevas etapas para sentirnos felices, floreciendo desde nuestra interioridad hacia el mundo de afuera. Tal como las raíces concentran la fuerza durante el otoño-invierno, para luego en primavera expresarse en los brotes, en las floraciones y frutos, con toda la vitalidad que nos confirma que somos seres luminosos, capaces de dar amor a quienes nos rodean. Capaces de nutrir y nutrirnos.

Mientras tanto, en la huerta seguimos con múltiples labores, acompañando a las plantas, buscando nuevos hogares para los almácigos desesperados, cuyas raíces se escapan de los envases que los contienen. Manos laboriosas han dedicado toda la mañana a desenredar con profundo amor y paciencia una maraña de arvejas que han unido sus raíces apretadamente, en un reducido espacio.

Una a una las delicadas hebras han sido separadas y hoy las arvejas se han trasplantado junto a una reja, donde continúan su crecimiento individual, holgadamente, sin competir por nutrientes y espacio con sus hermanas, solo centrándose en sí mismas y en su final tarea que es florecer y llegar a cuajar en hermosas vainas.  

Tal como ellas, nosotros/as podemos trascender este tiempo de otoño y el próximo invierno, centrándonos en nuestras fortalezas personales, concentrando la energía en curar las heridas, en dejar ir aquello que nos daña, dejar que las hojas vuelen libres, caigan de los árboles y se dejen llevar por los vientos. Reconectémonos con la Madre Naturaleza, sintamos el fluir de su ritmo y dejémonos acariciar por su sabiduría. Prontamente volveremos a florecer, tras haber vivido, desde las raíces, aquella  transformación profunda en el alma,  gracias a la oportunidad que el  otoño  nos  regala año tras año.


Sofía Hernández Pérez.


Ñuñoa, otoño de 2013. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Rosas de besos

Después de varios años observando el rosal, apegado al muro, hace unos días comenzó a llenarse de varios botones. Uno a uno han ido abriendo sus aromáticas rosas, refrescando el caminar por el barrio. Alargando su entusiasmo por vivir.

jueves, 30 de agosto de 2012

cualidades y usos de la almendra dulce


Bebida vegetal de almendra/leche: preparación básica

Ingredientes: agua, 1 taza de almendras repeladas.
Preparación: Remojar la taza de almendras con su cáscara interior café oscura, durante unas horas, idealmente desde la noche hasta la mañana siguiente. Aumentan su volumen y propiedades. Luego pelarlas totalmente. Poner en la licuadora junto a un litro de agua. Después de licuar, colar  y reservar la pulpa. 

“Ricotta de almendra”

 Una vez que tenemos la pulpa de almendras, poner dentro de una licuadora, procesador alimentos, etc., agregar ajo en polvo, una/dos cucharadas soperas de levadura de cerveza, jugo de limón a gusto, pizca de pimienta negra, nuez moscada en polvo (opcional), sal de mar, un chorrito de aceite de oliva. Se puede agregar leche de almendras para ir hidratando la mezcla mientras se licua.
Para dar más pigmentación y sabor, se recomienda agregar alternativas vegetales como ciboulette, pimentón, merkén, cilantro, albahaca, perejil, etc. Entonces se puede hablar de ricotta de almendra al ciboulette o al pimentón, etc., dependiendo de los gustos.   Esta pasta untable, se puede acompañar como salsa sobre pastas como reemplazo del queso de vaca industriosa, sobre el pan, en el relleno de empanadas, sobre ensaladas frescas de pepino, lechuga, repollo, apio, bastones de zanahoria, mezclada con palta, etc.

Mantequilla de almendra”
Preparación: se remoja una taza de almendras con agua hirviendo, luego se quita la piel café interna.
Se pueden secar al sol, durante unos días, en el horno o tostar, sin aceite, sobre una sartén, unos segundos hasta que queden crujientes. Luego se ponen dentro de un procesador de alimentos, “1-2-3 moulinex”, licuadora potente, molinillo manual, etc. Se muelen las almendras, varias veces, despegando la pasta que se va depositando en las orillas de las máquinas y volviendo a moler. Una vez que quede una pasta delgada, aceitosa, fácil de moldear está lista la mantequilla de almendra. Mientras se muelen, puede agregarse distintos condimentos: sal de mar, ciboulette, ajo, aceite de oliva, gotitas de limón, etc., según sea la preferencia y creatividad.

jueves, 28 de junio de 2012

Viajando a la huerta







Viaje hacia la huerta 2012
                                                                                                                      “La chacra imita al bosque”
                                                                 

Septiembre:
1.- Orígenes agricultura, América precolombina y su legado cultural.
(Re) descubriendo la Chacra latinoamericana.
2.- Preparación del suelo: organismo vivo de trascendental importancia. Técnicas agroecológicas adaptadas al contexto urbano.
3.- Siembra de almácigos primaverales. Ciclos en la naturaleza.

Octubre:
1.- Compostaje y lombricultura.
2.- Reproducción de hierbas y hortalizas. Asociación de cultivos.
3.- Literatura en la huerta. Cuentos, poesía, etnografía.

Noviembre:
1.- Usos y cualidades de hierbas sagradas en diferentes culturas (énfasis en inca, azteca, mapuche). Preparación de fertilizantes naturales.
Sanar el suelo y a nosotros/as mismos/as.
2.- Soberanía alimentaria/economía solidaria.
3.- Huerta- Jardín terapéutica/mística.

Diciembre:
1.- Salida a terreno.
2.- Cosecha, conservación de semillas.
3.-Temas espontáneos surgidos desde el interés de sus participantes.

Este programa hortícola está orientado para comenzar un curso a principios de septiembre y hasta diciembre, en la Villa de Vida Sana, Escuela Taller Pehuén.
Se trata de una invitación hacia el mundo de la huertachacra, un viaje simbólico que permite el trabajo con la tierra. Revisaremos distintas aristas de la figura de la huerta, su pasado y su presente, cómo en esta época se ha tornado una práctica de vital necesidad. Alimentación conciente, entorno natural, autoabastecimiento y mucho más en un espacio para cultivar vegetales en armonía con el cosmos y nosotros/as mismos/as.

Los horarios disponibles son viernes desde 15:00hrs.,-18:00hrs., y los sábado desde las 10:00hrs.-13:00hrs.

El valor del curso es de $60.000 mensuales (septiembre-diciembre).

Incluyendo colación naturista y material de estudio.

Existen posibilidades de descuento para parejas o grupos de personas que se inscriban juntos/as.


Curso taller facilitado por: Sofía Hernández P.
Antropóloga- Terapeuta Hortícola
Inscripciones, dudas, sugerencias:
(7)9512420


Después de la lluvia las habas se estiran hasta el cielo. El sol comienza a entibiar los tallos que se alargan, en la carrera por las flores.